Me contaron, hace años, de buena tinta que tenía que leer a
Paula Hawkins y no dudé en leer “La chica del tren”. Decir que me encantó la
novela es quedarme corta, porque disfruté muchísimo con la trama y con ese
personaje tan redondo que me pareció Rachel Watson. A ese libro le siguió “Escrito en el agua”,
que ya no me pareció tan impresionante, posiblemente porque buscaba una
historia similar. De cualquier manera, con el paso del tiempo, me di cuenta que
no le había hecho justicia, porque, posiblemente, la segunda novela estaba más
trabajada que la primera. Así que no dudé en comprarme esta última que salió a
la venta en septiembre de este año.
La primera sorpresa me la llevé con el título, pensando que
iba a ser una historia de esas que, como bien decimos en España, se cocinan
poco a poco, a fuego lento. Pero no, porque aunque el ritmo de la novela es
lento, el título hace referencia a la expresión inglesa A slow fire burning, (un fuego lento que arde) que alude al proceso
de acidificación de los libros, mediante el cual el papel se vuelve quebradizo
con el paso del tiempo.
Todo comienza con el asesinato de Daniel Sutherland, un
joven que ha aparecido apuñalado en la barcaza flotante en la que vive en Regent’s
Canal, al norte de Londres. Las sospechas recaerán en tres mujeres distintas:
Laura, una joven muy conflictiva con la que pasó la última noche, Carla, la tía
de Daniel que todavía está de luto por la muerte de un familiar y Miriam, una
vecina bastante cotilla e indiscreta que sabe más de lo que cuenta (a la
policía). Las tres, indudablemente, está relacionadas con la víctima y sus vidas están marcadas por una tragedia
personal. Además, si ya de por sí la historia tiene más que abundantes aditivos
de los que tirar, además aparecerán los fragmentos de un manuscrito en el que
se relata la historia de dos chicas autoestopistas que, tras un encuentro
imprevisto, la aventura que acaban de iniciar dará un giro inesperado y se
convierte en un infierno.
En definitiva, os recomiendo la lectura de esta novela en la
que los traumas del pasado o los prejuicios sobre las mujeres son los ejes
centrales sobre los que se construye la trama y donde el miedo o la sed de
venganza tienen una relevancia importante.
LEER LA SINOPSIS AQUÍ.
SOBRE LA AUTORA:
Paula Hawkins trabajó como periodista más de quince años antes de pasarse a la ficción. Nacida y criada en Zimbabue, se mudó a Londres en 1989 y vive allí desde entonces. Su nombre dio la vuelta al mundo cuando publicó La chica del tren y se consolidó después con Escrito en el agua. Durante años sus libros han estado en las listas de los libros más vendidos de todo el mundo, con más de 27 millones de ejemplares vendidos en más de 50 países. Paula Hawkins se ha convertido en uno de los mayores fenómenos editoriales de la última década.
(Información recogida de la web https://www.planetadelibros.com/autor/paula-hawkins/000043855).